Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.
El hombre que se mantiene en el justo medio lleva el nombre de sobrio y moderado.
Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.
Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor.
Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad.
Nunca dejes algo para hacerlo mañana o pasado mañana
La voz del pueblo es la voz de Dios
Es el cuidado el que hace prosperar la obra
El amor es el arquitecto del universo