Ningún mérito tiene la fidelidad mientras dura el amor. La fidelidad no es virtud sino cuando se convierte en deber.
Las mujeres inventaron el amor; los hombres el matrimonio y la fidelidad.
En cosas del amor la constancia es necesaria, la fidelidad un lujo.
Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad.
La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble para igualarse a otra más grande que ella.
La igualdad en la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse.
Todas las pasiones son buenas cuando uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir. Y se terminan sin saber lo que se ha dicho.
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde.