Ningún mérito tiene la fidelidad mientras dura el amor. La fidelidad no es virtud sino cuando se convierte en deber.
Las mujeres inventaron el amor; los hombres el matrimonio y la fidelidad.
En cosas del amor la constancia es necesaria, la fidelidad un lujo.
Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad.
La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble para igualarse a otra más grande que ella.
Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee.
El amor y la locura son los motores que hacen andar la vida.
Exageráis la hipocresía de los hombres. La mayoría piensa demasiado poco para permitirse el lujo de poder pensar doble.
Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.
El descuido es un sucedáneo de la mentira.