Entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo consiente, hacia cierta solidaridad vergonzosa.
Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal.
Debe exigirse la distribución de la riqueza
Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y uno delante de otro
No hay bien alguno que nos deleite si no lo compartimos
La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, y muy estrecho nos oprime.
Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.
Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra.
Dejemos que el pasado sea el pasado.
Ten paciencia, alma mía: tú has sufrido cosas peores