El hombre sabe transfomar su mundo exterior con su genio y voluntad. Aprenda a transformar también con su voluntad y su genio sus propios egoísmos, y entonces sí que todo será luz.
Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.
Amor es sacrificio, no egoísmo; quien busca en el amor su propia complaciencia va tras lo que ansía loca e irracionalmente: es egoísta.
El egoísmo verdaderamente inteligente consiste en procurar que los demás estén muy bien. Para que, de este modo, uno esté algo mejor.
El amor es el intercambio entre dos fantasías y el contacto entre dos egoísmos.
La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
Apresúrate; no te fíes de las horas venideras. El que hoy no está dispuesto, menos lo estará mañana.
Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad.
Huyo de lo que me sigue; voy detrás de lo que huye de mí.
El que ha naufragado tiembla incluso ante las olas tranquilas.