La traición jamás triunfa porque, si lo hace, nadie se atreve a llamarla traición.
La traición no es más que la propia identidad del ser cobarde.
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar.
Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado.
El trabajo que nunca se empieza es el que tarda más en finalizarse.
Los traicioneros son siempre desconfiados
Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez
Si diéramos a la comida, la alegría y las canciones más valor que al oro, este sería sin duda un mundo más feliz