El hombre que no sufre es una máquina mal compuesta, una criatura defectuosa, un mutilado moral, un aborto de la naturaleza.
En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días.
Quien sabe de dolor, todo lo sabe.
Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.
El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.
La paz es para el mundo lo que la levadura para la masa.
Quien no añade nada a sus conocimientos, los disminuye.
Desgraciada la generación cuyos jueces merecen ser juzgados.
No arrojes piedras en la fuente de la que has bebido
Sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés