Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar toda duda.
Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas.
Hablar con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala.
Bien, y ahora ¿quién nos liberará de nuestros liberadores?
Dime cuáles son para ti las 10 palabras más bellas de la lengua castellana y te diré quién eres
Buenas Noticias: la tierra se recupera en un millón de años. Somos nosotros los que desaparecemos
El poeta es un hombre como todos, un albañil que construye su muro: un constructor de puertas y ventanas
Imposible librarse de los cuernos, único requisito ser casado