Los tiranos no han descubierto todavía cadenas capaces de encadenar la mente.
Toda resolución que surja de una mente ofuscada lleva a la acción torpe; pero cuando brota de la mente clara, lleva a una acción más oportuna y diestra.
Nos imaginamos que nuestra mente es un espejo que refleja con cierta exactitud lo que sucede fuera de nosotros. Pero, por el contrario, nuestra mente es en sí misma el elemento creador principal.
Las mentes grandes discuten ideas; las medianas, cosas; y las pequeñas, personas.
La mente es como el agua, cuando está calmada y en paz, puede reflejar la belleza en el mundo. Cuando está agitada, puede tener al paraíso enfrente y no reflejarlo.
¿Cómo puedes llegar a conocerte a ti mismo? Nunca por la reflexión, sino esforzándote y tratando de cumplir tu deber, sabrás en seguida qué pensar de ti.
Vale más hacer la cosa más insignificante del mundo que estar media hora sin hacer nada.
La máxima infelicidad, como la máxima felicidad, modifica el aspecto de las cosas.
Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla.
El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas.