No hay nostalgia peor que añorar, lo que nunca jamás sucedió.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.
Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.
El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.
La añoranza es el camino previo a convertirse en estatua de sal.
Te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti
Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida
Te digo adiós si acaso te quiero todavía quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós No sé si me quisiste... No sé si te quería o tal vez nos quisimos demasiado los dos
Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo regresarás... Sé sólo que te estaré esperando
Espero tu sonrisa y espero tu fragancia por encima de todo, del tiempo y la distancia