La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda.
El toreo es un arte misterioso, mitad vicio y mitad ballet. Es un mundo abigarrado, caricaturesco, vivísimo y entrañable el que vivimos los que, un día soñamos con ser toreros.
Es moral lo que hace que uno se sienta bien, inmoral lo que hace que uno se sienta mal. Juzgadas según estos criterios morales que no trato de defender, las corridas de toros son muy morales para mí.
Los madrileños se acercan al circo a ver un animal tan bueno como hostigado, que lidia con dos docenas de fieras disfrazadas de hombres.
El toreo es el único arte que juega con la muerte
Ya casi nadie torea para salir de pobre. Hace falta una motivación más fuerte que el dinero. Mucha gente que padece urgencia económica no se enfrentaría a un toro por mucho que le pagaran... Jugarse la vida no tiene precio
Cuando uno elige jugarse la vida, también tiene el derecho de elegir otras cosas
Ésta es una profesión de reglas, sobre todo de las antiguas, y pocos se atreven a romperlas. El respeto a los mayores, o la admiración, o la inercia, pues no sé, nos hacen permanecer estancados. De tarde en tarde sale un torero revolucionario, pero sólo de tarde en tarde