Tal vez el mundo sería algo más habitable si supiéramos cómo reunir las palabras que van errando por aquí y por allá.
El mundo es infinito no sólo en todas las direcciones del espacio, sino también en sus verdades.
Yo os digo: es preciso llevar dentro de uno mismo un caos para poder poner en el mundo una estrella.
El mundo pertenece al entusiasta que permanece tranquilo.
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacío para asombro de sus habitantes.
El pesimismo es un asunto de la inteligencia; el optimismo, de la voluntad
Mi pragmatismo consiste en saber que si golpeas tu cabeza contra la pared, es tu cabeza la que se romperá y no la pared
En el principio era el Verbo... No, en el principio era el sexo
A menudo el que quiere consolar, ser cariñoso, etc. es en realidad el más feroz de los verdugos. Incluso en el afecto es necesario ser ante todo inteligente
La indiferencia es abulia, parasitismo y cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes