Si quieres destruir la avaricia, debes destruir el lujo, que es su padre.
Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.
Dos gorriones sobre la misma espiga no estarán mucho tiempo juntos.
El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.
La avaricia y la paz se excluyen mutuamente.
La audacia en los negocios lo primero, lo segundo y lo tercero.
La música no es otra cosa que sonidos salvajes civilizados.
Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece.
El hombre sabio, incluso cuando calla dice más que el necio hablando.
La riqueza se consigue con dolor, se conserva con preocupación y se pierde con pesadumbre.