Si quieres destruir la avaricia, debes destruir el lujo, que es su padre.
Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.
Dos gorriones sobre la misma espiga no estarán mucho tiempo juntos.
El avaro se roba a sí mismo. El pródigo, a sus herederos.
La avaricia y la paz se excluyen mutuamente.
Pensar es como vivir dos veces.
Los deseos deben obedecer a la razón.
La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.
En cuanto a la adversidad, difícilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tu mismo.
La amistad es un acuerdo perfecto de los sentimientos de cosas humanas y divinas, unidas a la bondad y a una mutua ternura.