Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro.
Vivo en la mansión de lo posible, tiene más puertas y ventanas que la mansión de la razón.
El éxito les parece lo más dulce a aquellos que no alcanzaron el éxito.
Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía
La gratitud es el único secreto que no puede revelarse por sí mismo