Puesto que el anarquismo no es únicamente una filosofía, un sistema, un método, una actitud, sino que es además ante todo una vida y una actividad, el anarquista se encuentra inmediatamente en contradicción violenta e inevitable con el medio social
Hay varias escuelas económicas entre los anarquistas: están los anarquistas individualistas, los mutualistas, los comunistas y los socialistas. En otros tiempos estas escuelas se han peleado agriamente entre sí y han rechazado mutuamente reconocerse como anarquistas. Una idea mucho más razonable es que pueden experimentarse todas estas concepciones económicas y que no hay nada no anarquista en ninguna de ellas si no aparece un elemento de compulsión que obligue a personas que no quieran permanecer voluntariamente a una comunidad con cuyos planteamientos económicos no estén de acuerdo
Hay una cierta combinación de anarquía y disciplina en mi forma de trabajar
¿Los impuestos no son sino dinero para protección? ¿Es el estado una especie de mafia? ¿La democracia un fraude? El filósofo Hans-Hermann Hoppe no solo es considerado uno de los intelectuales pioneros más importantes del movimiento libertario, sino asimismo tal vez sea el crítico más agudo del sistema político occidental
Así como la fuerza de un individuo no puede legítimamente atentar contra la persona, la libertad o la propiedad de otro individuo, por la misma razón la fuerza común no puede aplicarse legítimamente para destruir la persona, la libertad o la propiedad de individuos o de clases
Puesto que el anarquismo no es únicamente una filosofía, un sistema, un método, una actitud, sino que es además ante todo una vida y una actividad, el anarquista se encuentra inmediatamente en contradicción violenta e inevitable con el medio social
Dale vueltas al comunismo, en todos sentidos, y llegarás al punto que, de grado o por fuerza, el individuo deberá sacrificase a la colectividad o a la democracia comunista. Mientras una sociedad no me permita comer, vestir, morar, difundir mis ideas a mi manera y sin control alguno -a condición de que no domine ni explote a nadie- consideraré su fundamento como autoritario
Tanto mejor para el que obtiene en cambio más productos o más finos, pues es equitativo que cada uno aproveche todo lo que pueda su esfuerzo individual. No podré sentir celos y, mucho menos no interviniendo yo en su consumación, así como él tampoco participa en mi producción. La determinación de las necesidades es cuestión de apreciación personal y tal objeto de consumo que a mi me parece indispensable, para otro es superfluo
El comunismo solo es compatible con la moral de la renunciación, es decir, con una moral de esclavos