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Si somos un estorbo por nuestra determinación de derrotar el terrorismo, que seamos un estorbo
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Nos adherimos a la renuncia de la violencia y al rechazo del terrorismo, especialmente del terrorismo de Estado
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Con el terrorismo no hay que dialogar más que sobre la entrega de las armas, el final de la violencia, a medio plazo, quizá de aliviar las condenas, etcétera
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La nuestra será una democracia sin terrorismo, pero no una democracia sin memoria: la memoria de las victimas, de cada una de las 829 víctimas mortales y sus familias, de tantos heridos que padecieron el injusto y aborrecible golpe del terror, nos acompañará siempre
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La industria norteamericana de armamentos practica la lucha contra el terrorismo vendiendo armas a gobiernos terroristas, cuya única relación con los derechos humanos consiste en que hacen todo lo posible por aniquilarlos