El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
La ocupación desplaza a la preocupación, y los problemas al enfrentarlos desaparecen. Así los problemas deben hacernos más fuertes, de los fracasos aprender y hacer de los éxitos estímulos callados
Lo que vale es tener los pies en la tierra, el concepto de la familia, los amigos; apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no sólo material, no sólo físico
Hay que imponer nuestra voluntad a nuestras debilidades
No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de los objetivos y conociendo los instrumentos
A mí desde chiquito me gustaban las inversiones