La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza.
En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.
La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.
Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia.
Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres
El sufrir es de todos. El saber sufrir es de pocos
El ser tentado es signo de que el alma es muy grata al Señor
Has construido mal; destruye y reconstruye bien
Igual que el cuerpo necesita de alimentarse, así el alma necesita día tras día de la cruz, para purificarse y separarse de las criaturas
Procura no inquietar tu alma ante el triste espectáculo de la injusticia humana. Sobre esta injusticia verás un día el triunfo definitivo de la justicia de Dios