El Rey es tan Jefe de Estado como soy yo. Sólo que yo he sido electo tres veces con 63 por ciento. Somos iguales, Jefes de Estado igual. Somos tan Jefes de Estado el indio Evo Morales como el rey Juan Carlos de Borbón y yo
Cuanto más feliz soy, más compadezco a los reyes
Pienso que el Rey es sólo un hombre como yo: la violeta le perfuma como lo hace conmigo
El gobierno de un solo hombre puede no ser adecuado para una sociedad pequeña, pero es el mejor para una gran nación
Los reyes son felices en muchas cosas, pero principalmente en esto: pueden decir y hacer lo que les plazca
La falsa felicidad vuelve duros y soberbios a los hombres, y no se comunica a otros. La felicidad verdadera los torna dulces y sensibles, y halla siempre manera de hacer nuevos participantes de ella.
Si nos bastase con ser felices, pronto lo conseguiríamos; pero queremos ser más felices que los demás, y ello es muy difícil, tanto más cuanto que consideramos a aquéllos mucho más felices de lo que en realidad son.
Cuando el infortunio se generaliza en un país, se hace universal el egoísmo. La mayoría de las desgracias son peores como amenaza que como realidad.
Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.
Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo.