El alma que ya no es acosada por la angustia por el futuro ni por la obsesión del pasado, el alma sin fiebre, sin obligaciones, sin impetuosidad, conoce por fin el dulce abandono al presente.
No des vueltas al pasado, pues no lo puedes cambiar. Que no te agobie el futuro: no sabes si llegará. Disfruta y vive el presente, no lo dejes escapar, porque una vez que se vaya ya nunca más volverá.
La verdadera generosidad hacia el futuro consiste en entregarlo todo al presente.
El presente sólo se forma del pasado, y lo que se encuentra en el efecto estaba ya en la causa.
Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.
El espectáculo de lo que es bello, en cualquier forma que sea presentado, eleva la mente a nobles aspiraciones.
El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.
No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía.
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacío para asombro de sus habitantes.
Cambiar de horizontes, cambiar de método de vida y de atmósfera, es provechoso a la salud y a la inteligencia.