Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.
Un minuto que pasa es irrecuperable. Conociendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas?.
El tictac de los relojes parece un ratón que roe el tiempo.
El tiempo es el mejor autor; siempre encuentra un final perfecto.
El tiempo es un niño que juega como un niño. Yo soy uno pero contrapuesto a mí mismo soy joven y viejo al mismo tiempo.
¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?
La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.