En la guerra como en el amor, para acabar es necesario verse de cerca.
Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.
De lejos es mayor el respeto.
Nunca se va tan lejos como cuando no se sabe adónde se va
Es seguro que la distancia disminuye la fuerza de toda idea y que el acercamiento a cualquier objeto, aunque no se manifieste a los sentidos, opera sobre la mente con un influjo que imita al de una impresión inmediata
Te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti
Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida
Te digo adiós si acaso te quiero todavía quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós No sé si me quisiste... No sé si te quería o tal vez nos quisimos demasiado los dos
Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo regresarás... Sé sólo que te estaré esperando
Leyendo un libro, un día, de repente, hallé un ejemplo de melancolía: Un hombre que callaba y sonreía, muriéndose de sed junto a una fuente