La literatura no es un pasatiempo ni una evasión, sino una forma, quizá la más completa y profunda, de examinar la condición humana.
Escribir para niños es un don, como la poesía, que no está al alcance de cualquiera.
Yo en todos los libros acostumbro a leer el prefacio, porque a veces suele ser lo mejor de la obra.
Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Nadie nace libre de vicios. El hombre más perfecto es el que tiene menos.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
Adorador tibio y poco asiduo de los dioses, mientras ando errante en pos de una loca filosofía, ahora me veo obligado a torcer en opuesta dirección mi nave y a recorrer rumbos antes abandonados.
Cuanto más uno se niegue a sí mismo, tanto más recibirá de los dioses.
Prefiero pasar por necio o estúpido, con tal de que mis faltas me den placeres e ilusiones, que ser sabio a rabiar.