La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo.
La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El agua, el aire y la limpieza son los principales productos de mi farmacia.
El tonto tiene una gran ventaja sobre el hombre de ingenio: a diferencia de éste, siempre está contento de sí mismo.
De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.