La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
La compañía va muy bien porque cada uno tiene claras sus funciones
Estaba trabajando como dependiente y pensé que no era justo que solo las personas adineradas pudiesen vestir bien
Antes venía los sábados y los domingos y hacía las colecciones. Ahora no diseño, desde hace unos años no estoy en las colecciones
Los resultados no son tan importantes, nunca los miro. Si acaso, al cabo de tres o cuatro meses, Pablo Isla, el consejero delegado, me los enseña
Yo quería ser un empresario diferente. Quería cambiar socialmente el mundo del empresario. En estos momentos es cuando veo mis carencias