Hacer con facilidad lo que es díficil a los demás: esto es el ingenio. Hacer lo que es imposible a las personas de ingenio: esto es el genio.
No hay un gran genio sin mezcla de locura.
Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan.
El genio es un rayo cuyo trueno se prolonga durante siglos.
El genio se compone del dos por ciento de talento y noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.
Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación.
En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría.
Y entonces, habiendo sido privados de la cercanía de un abrazo o de una mesa compartida, nos quedarán “los medios de comunicación”.
La Historia no es mecánica porque los hombres son libres para transformarla.
Ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás.