Un tulipán no trata de impresionar a nadie. No se esfuerza en ser diferente a una rosa. No tiene que hacerlo. Es diferente. Y hay sitio en el jardín para cada una de las flores.
Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.