Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.
El hombre que se mantiene en el justo medio lleva el nombre de sobrio y moderado.
Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.
Igual virtud es moderarse en el gozo que moderarse en el dolor.
Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra la puerta a la amistad.
¿La cuestión de la fe? Me la planteo todos los días, sin cesar. He dicho no. He dicho no a Dios, si se me permite expresarme de esta manera brutal; pero la cuestión se replantea a cada instante. Estoy obsesionado, digámoslo claramente, obsesionado, si no por Dios, por el no-Dios. Así es.
Más allá de la desesperación hay algo que tal vez no es exactamente resignación
Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necesidades
Consiente en ceder cuando tengas razón, con tal de que sepas ser intransigente cuando estés equivocado
El genio tiene virtudes de catálisis: permite que se realicen en frío ciertas operaciones espirituales que exigen, de ordinario, las altas temperaturas de la pasión