Es fácil temer, pero penoso; respetar es difícil, pero más dulce.
El respeto es algo que se siente hacia los demás; el respeto es pues el intermediario entre el comportamiento vacío de la tolerancia y la positividad gratuita del amor, entre la observancia ceremonial y la caridad.
El respeto al derecho ajeno es la paz.
La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir.
El primer efecto del amor es inspirar un gran respeto; se siente veneración por quien se ama.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a nuestros deseos y cumpliéndolos.
Saber envejecer es la obra maestra de la cordura y una de las partes más difíciles del gran arte de vivir.
Hacer con facilidad lo que es díficil a los demás: esto es el ingenio. Hacer lo que es imposible a las personas de ingenio: esto es el genio.
Nuestro deber es ser útiles, pero no como quisiéramos, sino como podamos.