La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.
Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho.
La constancia es el complemento indispensable de todas las demás virtudes humanas.
Nada es constante en este mundo sino la inconstancia.
Se dan buenos consejos cuando la edad impide dar malos ejemplos
Uno es de donde tiene los libros