A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
Mantener el cuerpo con buena salud es un deber. De lo contrario, no seremos capaces de mantener nuestra mente fuerte y clara.
El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.