Hay una cierta honradez, una cierta sinceridad, que pertenece al género indisimulable.
Sólo en un mundo de hombres sinceros es posible la unión.
No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón.
Nunca cierres los labios a quienes has abierto el corazón.
Todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía.
El amor es un hombre y una mujer que están de acuerdo en un punto, y en desacuerdo en todos los demás.
Hay dos maneras de conseguir la felicidad; una, hacerse el idiota; otra, serlo.
Todos los hombre que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos.
Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.
Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.