No se desprecia a todos los que tienen vicios; pero se desprecia a todos los que no tienen ninguna virtud.
La virtud es el punto medio entre dos vicios opuestos.
Yo honro con el nombre de la virtud a la costumbre de realizar acciones penosas y útiles de los démas.
Una de las principales virtudes sociales es la de tolerar en los demás lo que nos prohibimos a nosotros mismos.
A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
Tres cosas distinguen al hombre superior: siendo virtuoso, está libre de ansiedad; siendo sabio, está libre de perplejidad; siendo valiente, está libre de temor.
Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
Amar y reconocer al mismo tiempo los defectos de la persona amada; odiar y saber estimar las buenas cualidades de aquellos a quienes se odia, son dos cosas bastante raras de hallar bajo la capa del cielo.
El hombre más noble a todo se acomoda, aunque no sea obsequioso. El hombre inferior es obsequioso, pero no se acomoda a los demás.
Aprender sin pensar es trabajo perdido; pensar sin aprender es peligroso.