Si quieres destruir la avaricia, debes destruir el lujo, que es su padre.
Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.
Dos gorriones sobre la misma espiga no estarán mucho tiempo juntos.
El avaro se roba a sí mismo. El pródigo, a sus herederos.
El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.
Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico.
El hombre feliz es más raro que un cuervo blanco.
La integridad del hombre se mide por su conducta, no por sus profesiones.
Haz de manera que seas tú admirado y no lo que te pertenece.
El mayor crimen es preferir la vida al honor y, por vivir la vida, perder la razón de vivir.