Quien mira demasiado las cosas ajenas no disfruta las propias.
Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia.
La envidia es el más sociable de los vicios. Proviene de nuestro carácter de animales gregarios.
El rico no gozaría nada si le faltase la envidia de los demás.
A menudo hacemos ostentatación de nuestras pasiones, incluso de las más criminales, pero la envidia es una pasión timida y vergonzosa que nunca nos atrevemos a confesar.
Muchas palabras no dan prueba del hombre sabio, porque el sabio no ha de hablar sino cuando la necesidad demanda, y las palabras han de ser medidas y correspondientes a la necesidad.
La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás.
Todo es animado y todo está lleno de dioses.
La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que todo lo han perdido la poseen aún.
El placer supremo es obtener lo que se anhela.