Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.
La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón.
La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos y menos aún lo que decimos.
Venezuela nunca será colonia norteamericana ni de nadie
¿Quién ha invadido países y pueblos enteros durante cien años y más? ¿Quién ha lanzado miles y miles de bombas sobre pueblos indefensos, incluyendo bombas atómicas? Queremos respeto a las naciones. Queremos respeto al derecho internacional. Queremos respeto a la autodeterminación de los pueblos
Aquí tenemos una lucha a muerte contra la corrupción. Y hay unos poderes que están funcionando. Nunca antes funcionaron como hoy los poderes venezolanos en plena autonomía
Uno recuerda el deporte; yo aprendí a perder desde niño, a reconocer a un bateador cuando no pude y me sacó la pelota de jonrón. A mí me gusta, incluso, darle la mano y un abrazo. Ah, pero también aprendí a ganar y a ser humilde en la victoria y aspirar a un adversario que reconozca con honor nuestra victoria
Es una victoria de mierda y la nuestra una derrota de coraje