No existen mujeres feas, sólo mujeres que no saben arreglarse
No hay mujeres feas; sólo mujeres que no saben cómo parecer bellas
La fealdad es menos horrible en un demonio que en una mujer
No todas las criaturas de Dios son hermosas; de hecho, la mayoría de las criaturas de Dios son simplemente presentables
Los espejos deberían pensárselo dos veces antes de devolver algunas imágenes
El sabio no enseña con palabras, sino con actos.
Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
El hombre corriente, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener prisa en terminarla.
Lo que le da su valor a una taza de barro es el espacio vacío que hay entre sus paredes.