Prefiero los malvados a los imbéciles. Aquéllos, al menos, dejan algún respiro.
El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad.
La maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
El recuerdo del mal pasado es alegre.
Cuando un hombre hace dejación de su egoísmo en bien de sus semejantes, siente una infinita alegría, recibe un infinito consuelo, cree que Dios lo corona de gloria y vive más amplia y dignamente
No hay enemigo peor que el que trae rostro de amigo
A la esperanza pido engaños que alimenten mis deseos
¿No ves que no tengo amor y me hiela el menor frío?
Nunca conserva firmes amistades quien sólo atento va a sus pretensiones