Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar toda duda.
Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas.
Hablar con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala.
La primera virtud es frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse.
Educa siempre a tu espíritu y no dejes nunca de aprender: la vida sin cultura es una imagen de la muerte
El golpe esperado resulta menos duro
Evita aquello que excede la medida y recuerda acontentarte del después: es más segura la barca transportada por una corriente moderada
Qué hombre tan osado y tan cobarde al mismo tiempo el que contra uno solo, desarmado y desnudo, ha levantado tanta gente