Casi todos los hombres ganan al ser conocidos.
La Historia Universal es la de un solo hombre.
La peor clase es la que consta de un solo hombre.
Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.
Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida.
Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.
Vivimos en la era de la televisión. Una sola toma de una enfermera bonita ayudando a un viejo a salir de una sala dice más que todas las estadísticas sanitarias.
En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él.
La misión de lo políticos no es la de gustar a todo el mundo.
Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.