El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el secreto propio pasa, hijo mío, por imbécil.
La mejor fuente de información son las personas que han prometido no contárselo a otros.
En España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro.
Hay gente que no tiene ningún respeto por los secretos ajenos, porque ellos mismos no tienen ningún secreto.
No confíes tu secreto ni al más íntimo amigo; no podrías pedirle discreción si tú mismo no la has tenido.
Siempre hacemos daño a aquellos que amamos. Diríase que desde el momento en que queremos a otro le destinamos a sufrimientos que no le habían alcanzado todavía.
Si antes de besar a la persona amada habéis contemplado las estrellas, no la besaréis de la misma manera que si sólo habéis mirado las paredes de vuestra habitación.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
De todas maneras, raras veces se equivocará el que se pone como deber primero quitarle un sufrimiento al más débil para cargarlo sobre sí mismo.
El dolor es el alimento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere.