Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo.
La victoria es por naturaleza insolente y arrogante.
La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva.
La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.
Averguénzate de morir antes de haber conseguido alguna victoria para la humanidad.
Un gran obstáculo en nuestro programa de energía limpia es el hecho de que en la actualidad no podemos quemar carbón o petróleo sin descargar su contenido de azufre al aire. Necesitamos una nueva tecnología que haga posible remover el azufre antes de ser emitido al aire
Cuanto más te quedas en este tipo de trabajo, más te das cuenta de que una figura pública, una figura pública importante, es un hombre solitario
Un hombre no está acabado cuando es derrotado. Está acabado cuando abandona
Recuerda siempre que otros pueden odiarte, pero los que te odian no ganan a menos que tú los odies a ellos. Entonces te destruyes a ti mismo
La prensa es el enemigo