La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos.
El arte de vivir consiste menos en eliminar nuestros problemas que en aprender a convivir con ellos.
Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios.
Yo sé que la muerte no resuelve nada, que todos los problemas hay que resolverlos de pie.
Plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.
En cuanto a la lógica, sus silogismos más bien sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas, que para aprender.
Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino.
Hay una pasión superior a todas y es la satisfacción interior por el bien que hacemos a los otros.
A menudo es preferible una falsa alegría a una tristeza cuya causa es verdadera.
Las almas grandes son capaces tanto de los mayores vicios como de las más excelsas virtudes.