Incluso si la contaminación fuese un riesgo para la vida humana, debemos recordar que la vida en la Naturaleza, sin tecnología, es un matadero al por mayor.
La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.
Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos.
La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
Jamás se conseguirá nada sin grandes hombres, y los hombres sólo son grandes si tienen la determinación de serlo.
Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree.
El fin de la esperanza es el comienzo de la muerte
La autoridad no se entiende sin prestigio, ni el prestigio sin el distanciamiento
La base de nuestra civilización está en la libertad de cada uno, en sus pensamientos, en sus creencias, sus opiniones, su trabajo y sus ocios