A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
Dedícate a pocas cosas, pero destácate en cada una de ellas.
Para aprovechar Internet en nuestras vidas, tenemos que estar a una distancia adecuada.
Nunca olvides tu derecho a tener virtudes, pero tampoco la obligación de tener errores.