Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
El pesimismo es un asunto de la inteligencia; el optimismo, de la voluntad
Mi pragmatismo consiste en saber que si golpeas tu cabeza contra la pared, es tu cabeza la que se romperá y no la pared
En el principio era el Verbo... No, en el principio era el sexo
A menudo el que quiere consolar, ser cariñoso, etc. es en realidad el más feroz de los verdugos. Incluso en el afecto es necesario ser ante todo inteligente
La indiferencia es abulia, parasitismo y cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes