Aprecio al dinero más que a todas aquellas cosas que el dinero puede dar, pero menos que a las cosas que no podrán nunca alcanzarse con el dinero y que son las más excelentes aun en esta misera vida.
Una recta economía nunca se olvida de que no siempre es posible ahorrar; quien pretende economizar siempre, está perdido aun moralmente.
Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos.
El dinero lo ganan todos aquellos que, con paciencia y fina observación, van detrás de los que lo pierden.
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos con objeto de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos e impresionar a personas que no nos caen bien.
Los padres son los huesos con los que los hijos afilan sus dientes.
Al progreso no hay quien lo pare. Dios creó el mundo en seis días. ¿Y que tenemos hoy? La semana de cinco días.
La última voz audible antes de la explosión del mundo será la de un experto que diga: es técnicamente imposible.
El valor es a menudo una carencia de conocimiento, mientras que la cobardía a menudo se basa en buenas informaciones
El progreso no para. Dios creó el mundo en seis días, ¿y qué tenemos hoy? La semana de cinco días