El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.
Todos los sectores sociales deben estar unidos verticalmente por el destino común de la Nación (...) Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional
Cuando se empieza hablando de nacionalismo, se acaba como en el País Vasco o creando organizaciones como el Ejercito Guerrillero Gallego
El nacionalismo de ustedes se parece al amor del hijo junto a la tumba del padre; el nuestro, se parece al amor del padre junto a la cuna del hijo (...) Para ustedes la Nación se realizó y fue derogada; para nosotros, todavía sigue naciendo
No: el internacionalismo eficaz no deserta de las patrias, sino que las transforma en órganos de una nueva humanidad
La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer.
Pues que eres al olvido invulnerable, vulnérame ya, amor, deshazme el pecho y anida en él, demonio y ángel mío.
Nuestra sociedad ha llegado a un momento en que ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro.
Nadie podrá decir que un nido calentito y dichoso dará de sí muy grandes personas. La inadaptación a lo imperfecto es lo que mejora al hombre.
Los políticos honrados se quitan de en medio cuando cae sobre ellos la sospecha.