Todo lo que trabaja para el desarrollo de la cultura trabaja también contra la guerra.
Por exceso de sabiduría el sabio se vuelve tonto.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.
La máxima especialización equivale a la máxima incultura.
Escribir para niños es un don, como la poesía, que no está al alcance de cualquiera.
Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.
Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.
No existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que se deshacen como pompas de jabón.
La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón.